G-Z5F3W3YCVX La profesión, ¡qué profesión!
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  • Foto del escritorCarlos Falagán

La profesión, ¡qué profesión!

Ante todo, bienvenido. Si has llegado hasta aquí significa que ya has descubierto nuestra nueva web. La renovamos bajo la premisa de abrir una ventana al mundo desde la que conectar con clientes, empresas y, por supuesto, con el sector.



Arquitecto Carlos Falagán Vigo
El arquitecto Carlos Falagán

Aprovechando esta circunstancia, creemos que hoy es un buen momento para hacer una reflexión sobre nuestra profesión, la arquitectura. Pese a que no todos vamos a tener la misma visión, creo firmemente que las diferencias podrían enriquecerla, siempre que las usásemos en beneficio de la sociedad, y no en beneficio propio.


Dicho esto, si echo la vista atrás y me traslado al momento en el que comencé mi carrera profesional, hace ya más de 30 años y tras un periodo formativo en la escuela de Barcelona, solo recuerdo dos sensaciones: soledad y abandono. Me encontré entonces con un mundo desconocido que nada coincidía con el imaginado. “Compañeros” con los que no podías contar; un colegio de arquitectos que era una máquina de sacar dinero; y un mercado laboral en que todo valía, incluidos los estudios mal llamados “técnicos”, regentados por delineantes, que solo podían funcionar con la colaboración inestimable de arquitectos “firmantes”, que avalaban un trabajo que no realizaban, a cambio, como no, de una parte de sus honorarios.


Así estaba entonces la profesión y lo malo, o mejor dicho, lo peor, es que 30 años después, la situación no ha cambiado mucho. Seguimos sacándonos los ojos unos a otros. El colegio se ha quedado en un impuesto revolucionario que parece que se resiste a la realidad, su desaparición; y ya quedan lejos aquellos tiempos infructuosos en los que intentábamos fortalecer las asociaciones de arquitectos desde Maestro Mateo. Las administraciones no hacen más que poner nuevas trabas cada día, lo que provoca que nunca sabemos responder al cliente ante la temida pregunta: “¿Cuándo comenzaréis mi obra?”. Los jóvenes que acaban la carrera no tienen ninguna referencia sobre cómo comenzar su actividad profesional, solo los cantos de sirena de un colegio de arquitectos que ofrece cursos de formación para triunfar en la vida profesional, los cuales no son más que un gran engaño para hacerles gastar el poco dinero del que disponen.


Ante esta situación desde nuestro estudio siempre hemos intentado tener una formación continuada, proporcionada por nosotros mismos. Forma parte de nuestra esencia y de nuestra forma de entender la arquitectura. Los más veteranos intentamos enseñar lo que sabemos a los jóvenes y también aprendemos de ellos todo lo que podemos. Lo hacemos tanto en nuestro estudio a nivel interno como en colaboración con algún estudio amigo (que también los hay), y jamás pensamos que es mejor guardarnos el conocimiento para nosotros mismos. Esto es lo que echamos de menos en el mundo de la arquitectura: una formación continuada, dirigida por asociaciones de arquitectos con intereses comunes, y que no sea un mero intercambio económico. Queremos una aportación altruista de aquellos que pueden enseñar algo a los demás, a veces incluso son cosas muy simples, pero que pueden producir un enorme desasosiego al que las ignora.


En Vigo existen grandes profesionales que pueden transmitir a los más jóvenes sus experiencias y conocimientos. Con el deseo de que la situación cambie, mientras tanto, desde FLGN Arquitectos seguiremos trabajando la formación en un ámbito reducido como lo hemos hecho hasta ahora, pero siempre estaremos abiertos a cualquier compañero que necesite nuestra ayuda.


Repito, bienvenido. ¡Vuelve pronto!


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